Powered By Blogger

viernes, 12 de julio de 2013

"Vuelve cuando te lo pida"

¿Qué pasa realmente cuando por diversos motivos nos vemos obligados a crecer antes de tiempo? Hay quienes tienen el maravilloso privilegio de vivir una niñez en la burbuja de la inocencia, lamentablemente no es el caso de todos.
¿A qué nos aferramos cuando perdemos lo que amamos?  ¿A qué nos aferramos cuando perdemos en general? ¿Quien nos protege?

"Camino a casa" es un libro álbum maravilloso escrito por el colombiano Jairo Buitrago que nos habla de la potencia del amor, del recuerdo y de la protección mediante la narración de un triste periodo que vivieron muchos países. Al tener este libro en nuestras manos podemos decir, “Qué exótica la mascota… qué mágico el cuento” pero al leer nos damos cuenta de que es mucho más profundo que eso.


En la tapa del libro vemos a la niña en los brazos de un ser peludo, al abrirlo vemos grandes pisadas de león acompañadas de unas pisadas pequeñas de zapatos que pudiesen ser de la niña. Comienza la historia con la niña ofreciéndole una flor al león, pidiéndole que la acompañe a casa (En el costado del león hay una placa que dice “1948”, lo que nos da una pista). El león acompaña a la niña y durante el transcurso del viaje podemos ver que las personas reaccionan con susto a la presencia del animal. (Aquí podemos preguntarnos: ¿Los asusta el león? ¿O es algo más?). La protagonista llega a su barrio, pasa a recoger a su hermano a la guardería, llega a su casa a cocinar (para alcanzar la cocina se sube a unos ladrillos… aquí se nos parte un poco el corazón). Vemos que el hermano pequeño de la protagonista se relaciona con el león con la misma familiaridad de la niña, incluso juega con su cola. Los niños van a buscar a su madre al paradero del microbús. No sabemos cuál es la reacción de la mujer al ver al león, eso es algo que debemos completar nosotros. Aquí se presenta una sentencia de la niña al león. “Puedes irte de nuevo si quieres”, lo que nos da a entender que el león la acompaña frecuentemente y suele dejarla… “Pero vuelve cuando te lo pida”. Es este momento el crucial, cuando las piezas del rompecabezas que veníamos armando comienzan a tener sentido; al dar vuelta la página vemos la fotografía de la familia completa con un integrante que no conocíamos, un pelucón rubio con aire hippie, el papá de la protagonista, y al lado el periódico: que habla de desaparecidos en el año 1985. Nos movemos de nuestra zona confortable de lectores y pensamos… 
¿Desaparecidos? Volvemos atrás, miramos de nuevo… nos damos cuenta… No, las personas no reaccionaban asustadas ante el león, era ante otra cosa, el Bogotazo, período de protestas, desórdenes y represión que se vivió en Colombia (País del autor) en el año 1948 y que marcaron la historia de dicho país. O sea, hemos leído el cuento engañados. No es lo que pensamos en un comienzo. No es ligero. Es real, es brutal. El león está en la mente de la niña, en su imaginación, en sus afectos. Es lo que le da fuerza en un momento en el que sus brazos están llenos de responsabilidades que no le correspondería tener. Al final, la niña descansa plácidamente en lo que puede ser la frondosa melena del león… de su padre.


En medio de este drama político y social que nos cuenta Buitrago podemos sentir un poco más cerca a quienes hemos perdido... Sin importar las circunstancias, los recuerdos nos acompañan y nos ayudan a salir adelante y a soportar el día... que a veces es tan duro. Todos tenemos nuestro león... salvaje, protector y libre, que vuelve cuando lo necesitamos y nos ayuda a correr. 

1 comentario: